domingo, 20 de mayo de 2012

El Salibrín y el principio de un cuento...

¡Hola después de tanto tiempo!
Entre la presentación de "Doña Chancleta y el cohete-lavadora" en el Salibrín (Salón del Libro Infantil) de Ponferrada y algunas cosas más he estado algo liada.
Este año el Salibrín se ha celebrado desde el día 7 al 15 de mayo y, como siempre, ha conseguido fomentar la lectura y acercar los libros a los niños.
¡Muchas gracias por invitarme a presentar mi libro con vosotros!

El contacto con los pequeños lectores me ha inspirado de nuevo y he retomado una tarea pendiente desde hace tiempo: escribir el cuento "La Amapola y la Luna" que comencé pintando un cuadro...

                                 Estas son las primeras líneas del cuento:

La Amapola y la Luna.

    El último rayo de sol perseguía al barquito por el arroyo y Amapola desde la orilla lo rescató antes de que lo alcanzara. La niña sacudió el barquito de papel y al verlo medio deshecho lo tiró de nuevo al agua. El día y el barquito murieron a la vez en el regato.
    Amapola miró al cielo preocupada: era casi de noche y tenía que volver rápido a casa. Mamá habría llegado ya del trabajo y la estaría llamando para cenar. Pero jugando tras el barquito se había alejado demasiado y ahora, con tan poca luz, le daba miedo seguir el arroyo de vuelta porque de noche las ratas salían a la orilla del agua y podían ser peligrosas.
    Mirando a todos lados Amapola sintió ganas de llorar. No había nadie en las callejuelas. Las chabolas de chapa y tablas viejas cerraban sus ventanas con cartones. Nadie. Montones de escombros y restos de materiales de obras. Algún perro vagabundo y huidizo y cada vez más oscuridad...


jueves, 3 de mayo de 2012

Una librería especial.

Después de estos días en los que hemos celebrado EL LIBRO con ferias, presentaciones y conferencias, nos queda un dulce sabor de boca porque los libros nos gustan mucho y, a la vez, un regusto agridulce porque tienen ya algo de decadentes: no son negocio.
Afortunadamente hay lugares, hay gentes que no pretenden hacer negocio con los libros y yo he tenido, en mi ya comentado último viaje a Lisboa, el placer de estar en uno de ellos. Se trata de la maravillosa librería "Ler Devagar", en castellano: Leer Despacio (ya el nombre suena muy bien). Está situada en el original espacio LX Factory, una zona joven y emergente, antes espacio industrial, reinventado para dedicarse a negocios y propuestas nuevas y originales: desde restaurantes a estudios de diseño o arquitectura.
Este "centro comercial alternativo" está en el barrio de Alcántara, debajo del puente Veinticinco de Abril y la librería Ler Devagar en lo que eran las instalaciones de la Gráfica Mirandela, donde se imprimía Público y otros diarios.
Puente Veinticinco de Abril en Lisboa.

En la librería suena una suave música, se puede tomar café mientras lees, porque también es cafetería o recorrer extasiada el inmenso espacio de la antigua imprenta (aún se conserva la rotativa) que hoy recopila 70.000 títulos.
Sí, tantos libros porque ¡NINGUNO DE LOS ACCIONISTAS VIVE DE LA LIBRERÍA! Solo aspiran a cubrir gastos y cuando tienen beneficios compran más libros.
Además sus 600 metros cuadrados albergan dos salas que se alquilan para conciertos y conferencias y un restaurante, el Malaca que tiene las mesas debajo de la rotativa.
Entrada al espacio LX Factory (se ve mal porque ya era de noche).

Vista de la librería Ler Devagar.





Porque, aunque no se trata de una ONG y tienen negocios alternativos, hay gente que ve en los libros algo que merece la pena ser conservado. Afortunadamente estos últimos románticos nos brindan lugares espectaculares y la esperanza de que los libros continuarán vivos... Para leer despacio.