PROCESIONES PAGANAS Y CURIOSAS
Estamos
en Semana Santa, tiempo de recogida religiosidad para los católicos,
de procesiones, pasos, misas y torrijas. España entera sale a la
calle en un alarde de imaginería religiosa sorprendente para propios
y extraños.
No
quiero hablar aquí de estas manifestaciones de devoción ya de sobra
conocidas, sino de otras que a su vera han surgido con mayor o menor
timidez en un deseo de darse a conocer en un país que ya fue mucho
más católico de lo que es, pero que sigue siéndolo en demasía,
otras manifestaciones más mundanas y menos divinas, más paganas y
mucho más divertidas. Hablo de procesiones que son una especie de
afirmación del orgullo laico.
Dos
de las que tienen lugar en mi provincia, León, me resultan
especialmente llamativas:
Una,
descarada, provocadora totalmente irreverente: la procesión de la
“Virgen de la Polla” organizada por El Molino de Agüita, un
lugar de copas y cafés y terraza de verano y charlas y libros y
amigos en el pequeñísimo pueblo leonés de Quintela (Balboa). Este
viernes santo será el sexto año consecutivo que se celebre. Antes
de la procesión tiene lugar una divertida actuación de teatro
independiente y después una gran chorizada. Otros años la
procesión, en la que una imagen de la polla virgen era llevada en
un paso oportunamente ornamentado, salía del Molino de Agüita en
Quintela y llegaba a la cercana Balboa haciendo en los bares-pallozas
las oportunas paradas de aprovisionamiento; supongo que este año
será lo mismo. Acabado el paseo: vino, pan y chorizo para todos...
¡¿Qué más se puede pedir?!
Una de las pallozas-bar en las que para la procesión en Balboa. Las imágenes de la procesión buscadlas en el face: https://www.facebook.com/ElMolinodeAguita?fref=ts. |
La
otra, también pagana, me resulta entrañable y diría que emotiva.
Se celebra en León capital el día de jueves santo: “El Entierro
de Genarín”, santo pellejero y borrachín, convertido desde hace
83 años en un evento de masas. Evento al que, por cierto, el
Ayuntamiento de León lleva dos años sin prestar el más elemental
apoyo pese a ser una de las procesiones que más turismo atraen a la
ciudad. Genarín ya vivió 18 años de prohibición en tiempos de
Franco (de 1957 a 1975) y ahora ¡porque no pueden! Pero empecemos
por el principio:
Genarín
era Genaro Blanco Blanco, un expósito, como indican sus apellidos,
que nació en el siglo XIX y murió la madrugada de Jueves Santo de
1929 en la carretera de los Cubos, atropellado por el primer camión
de la basura, “la Bonifacia”, que hubo en León.
La muerte de Genarín en estas circunstancias ya fue un acontecimiento multitudinario que distrajo a muchas personas de la procesión de Viernes Santo y que caló hondo en el sentir popular, sirviendo para, entre la broma y el cariño, nombrarlo santo y reconocerle varios “milagros”, así como para constituir la Cofradía de Nuestro Padre Genarín que, con el respaldo de la Asociación de Hosteleros del Barrio Húmedo y otras almas descarriadas, se echará a las calles el Jueves Santo con la ayuda de los versos, una buena cena y, por supuesto, del orujo, bebida sagrada del santo.
La muerte de Genarín en estas circunstancias ya fue un acontecimiento multitudinario que distrajo a muchas personas de la procesión de Viernes Santo y que caló hondo en el sentir popular, sirviendo para, entre la broma y el cariño, nombrarlo santo y reconocerle varios “milagros”, así como para constituir la Cofradía de Nuestro Padre Genarín que, con el respaldo de la Asociación de Hosteleros del Barrio Húmedo y otras almas descarriadas, se echará a las calles el Jueves Santo con la ayuda de los versos, una buena cena y, por supuesto, del orujo, bebida sagrada del santo.
Durante
la procesión, se leen versos satíricos y el ganador de un concurso
previo, lee los suyos al pie de la muralla, mientras el hermano
escalador se ocupa de dejar la ofrenda tradicional a Genaro en el
sitio fatídico: una botella de orujo, unas naranjas, para el frugal
desayuno, y una corona de laurel en recuerdo del singular héroe...
Me ha encantado tu entrada Elisa! no conocía de estas dos procesiones paganas, pero confieso que son justamente estas procesiones las que prefiero, porque son las que reafirman los sentidos, la fuerza y la fe de las personas. Nuclear ya es un acontecimiento, hacerlo en torno a una devoción figurativa que represente finalmente esperanza a algo es mayormente interesante me parece.Por este lado del mundo reinan las festividades paganas, las procesiones entremezcladas con lo cristiano y lo pagano. Y tienen tanta fuerza, que aunque se piense que se extinguen, que están a punto de extinguirse, se mantienen, se replican de padres, de abuelos, a hijos y nietos. Es interesante. Es lindo. Abrazos Elisa!
ResponderEliminar